miércoles, noviembre 04, 2009

Palabras al viento...

Estos días son muy extraños. Hay una suerte de armonía mágica, que empieza lentamente a reabrir canales. Aunque las palabras sólo reúnen trivialidades, los silencios acusan la falta de palabras para describir sensaciones en proceso de definición.

Hace unos meses, la mezcla de eventos disruptivos y un período de inseguridades desembocó en una ruptura de decisión unilateral. El conflicto entre mantener las cosas como estaban o ejercer una presión para liberar energías estancadas que debían movilizarse. Una vez que logré entender la necesidad de esa liberación de tensiones ocultas, acepté la situación y comencé mi propio proceso de crecimiento y renovación personal.

Cuando quienes constituyen una pareja sienten que van en direcciones diferentes, o uno de los dos cambia de parecer con respecto a lo que desea, conlleva cambios súbitos. Es importante aceptar el cambio, no mantener los pensamientos igual que antes, ya que eso sólo mantiene el conflicto constante. Al final, los cambios siempre resultan ser positivos.

Este año ha sido un largo período de desafíos. De pesadas cargas e impedimentos. Aún externos o de naturaleza logística parecen conspirar contra todo proyecto: tantas horas de trabajo, no tener tiempo para uno mismo ni para otro. Otros internos: malas experiencias ajenas se convierten en inseguridades propias, deseos de uno se convierten en presiones para otro. Distancia, desapego, falta de demostraciones afectivas, más barreras.

Son necesarias las reflexiones profundas y las separaciones (temporarias). Cuidado, porque existe la tendencia a mirar lo malo, lo que causó la separación, en vez de lo bueno, lo que nos llevó a querer estar juntos un día y para siempre. Es el momento de cerrar los ojos, escuchar al corazón, volver a abrirlos y hacer lo que sea necesario.

Si sientes que tu vida no se realza con esa persona, no se resuelven las dificultades del pasado o hay incompatibilidades absolutamente irreconciliables, entonces es el momento de finalizar. En cambio, si sientes que eres feliz y estás completo cuando estás a su lado, si hay complemento en las diferencias y es posible fijarse logros en conjunto, esto es tan sólo un período de prueba.

Creo poder lograr mucho por mi misma y que cualquier cosa que emprenda junto a otro podría funcionar realmente bien. Me siento preparada para apoyar y ser apoyada, en vez de pelear o mantener distancia. Unos le llaman sincronía, otros coincidencia. Cualquiera sea su nombre, confío en mi intuición, esa que me dice que pronto nos encontraremos en el lugar y el momento adecuado para darnos una generosa oportunidad. Mi espíritu está optimista, mi corazón está abierto.

¿Qué dices tú?

Y yo, la tonta, espero que el viento me conteste...

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