martes, octubre 03, 2006

Hablar o No Hablar...

... ese es el dilema.

Hay veces en que es difícil decir las cosas. No es que uno no sepa lo que quiere, sino que no sabemos cuál es la mejor manera de expresarlo y tememos herir a otros con nuestras palabras. Lo malo es cuando se trata de algo que nos está afectando directamente, y probablemente nos tenga angustiados y nos haga mal. Pero cuando uno quiere a alguien muchas veces comete el error de protegerlo a tal punto de relegarse a un segundo plano en cuanto a nuestras preocupaciones y necesidades.

Y resulta que nos dañamos todos. El que no habla se traga asuntos que lo perjudican, y el que no sabe nada se encuentra de pronto con la sorpresa de que algo andaba mal cuando pensaba que todo era perfecto. Ante esto, sin duda, lo mejor es ser honestos. Pero aquí también nos encontramos con problemas porque podemos entregar más información de la necesaria o podemos llegar a saber más de lo que en realidad queremos para mantener un estado mental sano y libre de las paranoias de las cuales ya he hablado bastante.

A usted señorita, no se le vaya a ocurrir contarle al novio cosas como que lo encuentra insensible, o que le gusta que un amigo le coquetee, o que le gusta el entrenador, o mucho menos que ha estado pensando mucho en un ex (menos aún que estuvo mirando fotos y cartas). O a usted señor, si bien se le permite que diga que tal o cual es una tremenda mina, no se le ocurra mencionar que cambiaría a su actual pareja por ella, así como tampoco diga que su pareja es invasiva, y menos que encuentra excitantes a las histéricas si ya le ha dicho a su pareja que no es histérica... Eso por supuesto que es pelea segura y si no hay pelea es porque alguien no se atreve a hablar, lo cual también es un problema seguro.

Y ahora nos encontramos en la encrucijada de hablar o no hablar, porque por ambos lados tenemos temores, y nos toca descubrir el mal menor: estresarnos y angustiarnos por no hablar o tener que soportar escándalos por parte del que no acepta lo que se le dice.
Entonces vuelvo a mi inquietud principal, que consiste en descubrir la mejor forma de decir las cosas. Si bien creo que la honestidad es el mejor camino, también creo que podemos usar palabras que camuflen un poco lo que podría resultar traumático de escuchar. A fin de cuentas, ¡el maquillaje es un excelente invento!