Hace un par de días leí en el diario que las mujeres casadas aumentaban en 7 horas su jornada de trabajo. Con ese tipo de estadísticas, me pregunto qué es lo que efectivamente buscan conseguir los medios: que las mujeres casadas contraten nanas, que las mujeres dejen sus trabajos para trabajar solamente 7 horas en la casa, o la que pensé yo apenas vi la nota, "¡jamás me casaré!".
¿Cuál es el punto de estudiar una carrera y ser profesionales si llegado el momento del "sí" nos convertimos inmediatamente en nanas de nuestros esposos e hijos? Nos toca difícil, compañeras congéneres. No nos tocó ser machos reproductores, proveedores, los que "dan". Nos tocó ser las que "reciben", y recibimos bastantes responsabilidades.
Ser mujer profesional, es difícil. Ser mujer profesional y querer formar pareja y familia, más aún. Porque hay que ser buena profesional, buena amante, buena madre y en resumen buena en todo. Y al final lo más injusto de todo es que sólo los hombres son considerados como el vino de guarda, a quienes se les considera atractivos con canas "interesantes", hedores "de macho" y poncheras "acogedoras". Mientras tanto, las mujeres que hacemos tanto simultáneamente y además debemos vernos impecables, parece que tenemos el destino vinagre de un dulce varietal que se quedó esperando un proceso que le asegurara un exquisito paladar.
¿Salud?
miércoles, abril 09, 2008
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