viernes, diciembre 29, 2006

Honrosa pataleta

Mucho ruido, pocas nueces, dicen por ahí. En nuestro país tan lleno de cahuineros, pelambrientos y chaqueteros, hay poca gente que se atreve a reclamar como corresponde. Y cuando aparece alguien que se atreve a levantar la voz, es mal (y sobre todo muy) mirado.

Ayer quisimos comernos un completo en una shopería con la Vivi. Esperamos cerca de 15 minutos para que llegara una mesera a tomar nuestro pedido y por supuesto pasó el doble de tiempo para que recibiera una reprimenda de mi parte por su mal desempeño porque el completo jamás llegó.

Fue un episodio bastante desagradable, ya que con sólo acercarme al encargado del local a preguntar qué pasaba, ya que en media hora no llegaba un completo (¡un completo! ¡te creo media hora de espera por un asado al palo!) saltó la mesera muy ofendida, gritándome que el pedido estaba listo.

Entonces empezó la pelea, si el pedido ya estaba listo por qué no estaba en mi mesa, alegaba yo mientras la mesera me respondía de manera muy grosera que yo era una prepotente y que por lo menos le pagara la bebía que ya había alcanzado a poner en la mesa. Mi negativa a su agresiva pregunta "¿Pero te vai a comer o no la custión?" fue inminente, y ante una Vivi atónita y silenciosa reclamé que yo como cliente tenía todo el derecho a reclamar y ser tratada de forma decente, a lo que la mesera terminó con un "Hace lo que querai".

Perfecto, pensé, e hice lo que quise como pocos en Chilito. Tomé mi cartera, llamé a la Vivi, y salimos del local. Por supuesto, no pagamos la bebida y terminamos comiendo en un local de comida rápida, donde la rapidez prometida se cumplió de forma satisfactoria.

Después la Vivi me comentó que la gente de la shopería miraba toda la escena, cosa que no percibí debido a la adrenalina que me nubló la vista durante la discusión. Y si me hubiera dado cuenta, lo más probable es que me hubiera volteado para decirles:
Sí, estoy reclamando... ¿Y qué? Díganme prepotente sólo porque reclamo lo que me corresponde, y así soy prepotente a mucha honra.