martes, noviembre 29, 2005

Aislamiento Solteril

Patalera Invitada: Mari

Cuando Carlos y Camilla Parker se casaron supe que este año iba a ser extrañísimo. Porque la verdad es que esa historia no debió haber terminado en casorio. Debió haber terminado en la nada que estaba y convertirse en el romance jamás admitido / jamás asumido / jamás existido/ jamás oficializado más relevante en la historia del romance. Aunque sea para decir "Si! Estamos juntos y estamos tan felices que vamos a casarnos para que todos sepan y nosotros sepamos que nosotros como pareja existimos". Y así lo hicieron. Y por un lado las solteras felices, porque si eso era posible cualquier cosa era posible y por último, porque la limpieza de imagen y el asumir las situaciones sin importar que tan complejas sean siempre se agradece.

Y así todo el mundo empezó a casarse o a emparejarse o a embarazarse. Y claro todas las que seguimos solteras asumimos ilusamente que a nosotras también nos tocaba. Nuestro círculo más cercano comenzaba a encontrar la pierna que faltaba o derechamente el hombre de sus vidas y nosotras mirábamos con ansiedad y asombro, a ver cuando nos tocaba a nosotras. Pero han pasado casi 11 meses del año y no hay caso. Pero es que no hay caso. Y no se si será porque nuestras amigas acaparan la población masculina del país, o porque los hombres solteros andan escondidos o sabrá Dios que cosa, el punto es que no hay caso.

Y no sería tan malo, si una no se comenzara a sentir levemente aislada. Porque claramente las parejas son aparentemente el único tema de conversación interesante (y ni que decir inclusivo porque obvio que todos tenemos novio/a) y cuando se comentan las peripecias romántico-sexuales hay que recurrir a la experiencia con el último pololo, que aunque no fue mala, está más añeja que el cereal Fitness que uno compra para empezar bien la dieta el lunes. Porque el último pololo fue hace como 5 mil años. Y entre que se te olvida lo que pasaba, inventas historias para no quedar tan mal y terminas mintiendo (que es un pecado) para no quedar como una mamona y por último para tener algo que decir.

Y después, de a poco los carretes son en pareja, y obvio que es mejor que no vayas, porque somos numero impar y no hay nadie más soltero ( lo cual es casi tan grave como ir a una comida a una parrillada siendo vegetariano) así que mejor nos vemos todas las chicas solas el otro fin de semana. Ah no, mejor que el fin de semana después de ese porque en verdad es el cumpleaños del amigo del Braulio, y el domingo es el del su sobrino, así que mejor de ahí nos ponemos de acuerdo.

Y obvio que una termina sin carrete, porque el Sábado es sacrosanto para los pololos, y te vas aislando de a poco. Y después tus amigas tienen la patudez de preguntar "Pero por qué no sales con mas gente y te metes a otros círculos?"

PORQUE TODOS EN ESOS OTROS CÍRCULOS ESTÁN POLOLEANDO! Argh.

Agradecimientos miles por esta colaboración a Mari, una patalera más entre nosotros.

lunes, noviembre 07, 2005

Tejedores de Ilusión


No, no hablaré de La Ley. Sólo me pareció un título apropiado.

Días atrás hablé con Clo. Nos encontraríamos esta vez, además de la excusa de la venta por catálogo, porque el otro lado del teléfono me decía "¡¡¡Tengo que contarte algoooo!!!". Cuando tu mejor amiga de toda la vida te dice que quiere contarte "algo", siempre es importante, y sobre todo íntimo. Lo sé porque luego de mi "primera experiencia", lo primero que pensé fue en llamarla. Ella intuitivamente (y con la ayuda de mi exaltado tono de voz) supo la razón de mi llamada. Esta vez, yo también lo supe.

Si bien no era el mismo evento, también se trataba de una experiencia importante en la vida de Clo. Había conocido a un hombre, ambos se habían amado en sólo un par de días y parecía que aún seguían haciéndolo, a pesar de estar (por ahora y quien sabe cuanto tiempo más) separados por miles de kilómetros.

Escuché atentamente, pensándola una anécdota más. Sin embargo, un par de días después, Clo compartió conmigo algo que sólo pensé, según ciertas normas y roles sociales, le correspondía a las mujeres. Él aún no podía olvidarla y las líneas que le escribió, cargadas de pasión y romanticismo me provocaron una ligera nostalgia. Es verdad que sólo han pasado pocos días, pero muchas veces ni siquiera dentro de una misma ciudad un amor fugaz perdura más de un par de horas. Mi respuesta a eso fue "es amor a primera vista".

¿Existirá realmente el amor a primera vista, o es que acaso mi amiga sólo vive una ilusión, una fantasía?

Muchas veces pensamos y nos auto-convencemos de estar enamorados, y luego de meses de autoflagelación aguantando a un pelotudo que a la fuerza hemos pintado como maravilloso, nos damos cuenta que hemos estado perdiendo el tiempo. Es definitivamente más saludable ilusionarnos ante la frágil y efímera imagen de un poeta Centroamericano, hombronazo lleno de fuego, aún sabiendo que volverá a su lugar de origen, si en unos días ese hombre es capaz de hacer sentir (o creer) a una mujer que el verdadero amor existe.

Tantas veces hemos tejido ilusiones, para otros tanto como para nosotros mismos. Y qué más da, si gracias a ellas experimentamos la felicidad que la realidad muchas veces nos niega. Amiga mía, toma el mate y el tejido mágico, y vive esta fantasía al máximo ya que nunca sabemos cuando nuestras fantasías pueden hacerse realidad.

Gracias por todo. Incluida la foto.

miércoles, noviembre 02, 2005

"Even Enemies Can Show Respect"

Frase tomada de la película "Troya". Un rey abatido por la muerte de su hijo es capaz de echarse al hombro su orgullo y besar las manos del hombre que tomó la vida de su primogénito. Su único es que su enemigo le devuelva el cadáver de quien fuera su sangre, sólo para poder sepultarlo con los honores que se merece.

Las palabras que encerré entre comillas se me grabaron profundamente. Me significaron la expresión de nobleza más absoluta. Los enemigos son enemigos las 24 horas del día, los 7 días a la semana; pero eso no significa que no exista respeto y cordura en una relación de odio y beligerancia. El hecho de ser enemigos no implica necesariamente empuñar la espada permanentemente. Hay momentos en la vida para odiar, para amar y para respetar la tan ansiada paz aunque sea un minuto.

¿Cuánta gente nos topamos día a día, que si bien no utilizamos la palabra "enemigos" por su severidad, decimos eufemísticamente que "no nos cae bien"? ¿Cuántas veces hemos volteado la mirada ante un saludo, sin afecto pero cordial, sólo porque la persona que nos saluda no nos agrada? ¿Cuántas veces hemos negado nuestra ayuda, aún estando al alcance de nuestras manos, sólo para dejar que ese ser que no ocupa un lugar privilegiado en nuestros corazones se caiga aún más fuerte?

Incluso los enemigos pueden mostrar respeto. Una frase simple, pero profunda y que evoca a la reflexión pública e introspectiva. Aún aquellos individuos que no pierden oportunidad para odiarse y desearse la mutua muerte pueden hacer una tregua y mostrar como es que los seres humanos nos diferenciamos de los demás animales. Si ellos pueden hacerlo, nosotros aún más.