viernes, agosto 26, 2005

Olor a Desesperación

Recordé de pronto un comercial cuyo lema era "Las mujeres huelen tu desesperación". Ante mi experiencia, que no está libre de situaciones anecdóticas de las cuales es mejor reirse, creo que es verdad. Además, es un tema recurrente en los Clubes de Lulú que cada vez que un tipo se pone cargosito o insistente con respecto a expresar sus pasiones hacia una mujer, ésta se siente inmediatamente espantada y huye lo más rápido que puede.

No sé si la desesperación tiene olor a algo, y si lo tuviera me costaría más olerlo hoy, porque estoy muy resfriada, pero definitivamente hay algo en las mujeres que nos hace concordar con esta sensación. Llamémosle Sexto Sentido, pero del tipo "I see desperate people", quienes pensándolo bien, no están tan lejos de ser dead.

Ahora, ¿pasará lo mismo con los hombres? ¿Acaso se sentirán incómodos ante la presencia de una fémina deseosa de tener un encuentro íntimo-amoroso con el primer pelotudo que se le cruza sólo porque se le da la gana? Lo dudo.

Hace unos minutos, Clo me comentó que estaba aburrida. Quería hacer algo nuevo, necesitaba un cambio. Cada vez que tocamos el tema surge la idea de lanzarse a la vida. Ser una mujer dispuesta a todo, una "vil perra" q toma a los hombres como un juguete que luego desecha.

¿Que pasaría? ¿Olerían los hombres nuestro propósito apenas nos vieran llegar? Y si fuera así, ¿huirían? Hay muchos hombres que se muestran cancheros y atrevidos, hasta que les sale una mujer guerrera al camino... se cohíben y huyen para tomarse una cerveza con sus amigos y contarles que se "atinaron a la tremenda miiiiiina". Aunque sea en sus sueños.

Gracias a la Dra. Necrobeat por su respuesta sobre las hembras desesperadas.

sábado, agosto 20, 2005

Esperando... Nada?

El lunes recibí una grata llamada, era una de mis amigas de infancia quien me avisaba que el viernes sería su titulación (¡Quién como ella!). Su motivación no era sólo esa, sino que además quería compartir ese tan importante momento con dos de sus mejores amigas, Marce y Clau. Se me pidió pasar el aviso a la otra amiguita en cuestión y fui despedida con un "yo te aviso".

Ayer fue viernes, Marce y Clau se reunieron de todas formas, pero ese "aviso" jamás llegó. Nuestros corazones anhelaron brindar por Coté, pero no nos quedó más que hacerlo por las buenas ofertas del último folleto de Avon.

Hay un dicho muy sabio que dice que los amigos son como los libros, pocos pero buenos. Y mi opinión concuerda con él. Soy una persona de pocos amigos y muchos conocidos, y si bien de los conocidos no espero nada, de los amigos espero mucho. A veces demasiado.

Es que para mi no parece algo tan difícil ser leal y cumplir con ciertos compromisos. En estos tiempos frívolos la palabra de honor parece haber perdido su valor. Y tal vez soy una abuela en el cuerpo de una joven que sigue esperando y confiando ciegamente en las personas.

Afortunadamente no estoy sola en esto, hay gente q piensa también como yo. Claudita, cuando llegue el pedido nos reiremos juntas de nuevo.