lunes, septiembre 26, 2005

Hoy será un gran día...

Hoy será un gran día... Hoy será un gran día... Mantra recomendado a Karen por su esposo, ante sus recurrentes ataques de fatiga matinal y el hastío cotidiano. Es que al parecer la predisposición positiva tiene buenos resultados en la práctica.

Últimamente me he sentido muy cansada y aburrida de todo. Siento un fulminante deseo por dejar todo de lado y hacer algo que de verdad me haga feliz, pero descubro con frustración que debo esperar un buen rato para poder hacerlo. Tal vez es esa misma frustración y hastío la que hace que cada día sea inmensamente insufrible y eterno, y lo mejor será que haga caso al consejo del sabio marido.

Día sábado. Dispuesta a salir de la rutina latera, salí positivamente de mi casa para encontrarme con Karen. Ella, también se había levantado con esa idea. Dos mentes positivas al ataque, fueron capaces de lograr lo que jamás pude imaginar. Luego de un rico y decente helado, recibir cual regalo caído del cielo, una copa de las más gigantes que hay... ¡completamente gratis!

Dos mentes positivas, un helado gigante de regalo... dos mujeres con ataque de risa, buscando la cámara escondida mientras el resto de la gente en la heladería miraba como quien mira bichos raros. Es que en una cuidad estresada y gris, las risas abundan más en la boca de los tontos que en la de los realmente felices.

Mi felicidad duró todo el día, y aún más. Me sentí con la energía para leer un libro y disfrutarlo como no lo hacía desde que empecé a estudiar Literatura. Lamentablemente el sueño acabó, y apenas me vi enfrentada nuevamente a las responsabilidades cotidianas me convertí en una mujer agria y cansada. Entonces recordé el mantra, y cambié una tarea de mala calidad por una película vanidosa y de igual reputación. Y al final que importa, si de todas maneras, ¡mañana será un gran día!

lunes, septiembre 12, 2005

Una Cita con Don Güeón Barsa

El sábado pasado, conocí a Don Güeón Barsa. Ícono máximo, portador del estandarte, de la guaripola y la imagen corporativa o "sersimbol" oficial del gremio.
La primera imagen de DGB me provocó un ligero shock: pantalones ajustados, chaqueta de cuerina, camisa blanca abierta dejando entrever el pectoral selvático y una aturdidora nube de colonia For Men (2x$990). Yo trato lo mas posible de evitar los prejuicios, por lo que olvidé la imagen y me dispuse a pasar un buen rato.

A los escasos minutos de habernos conocido, DGB comenzó a afilarse los colmillos, con un exceso de confianza abrumador que lo llevó a aventurar comentarios sobre mi vida privada, familiar y sentimental, con nulo acercamiento a la realidad. Yo era la invitada, por lo que debia "mantener la compostura con el protocolo", aunque no me faltaron las ganas de "ir al baño" y agarrar el primer taxi que pasara por el lugar.

Me tocó soportar una serie de viejos clichés como el brazo apoyado en el respaldo del asiento, tras mi cuello; tener al tipo gritando cada vez más pegado a mi oído; escuchar más de 10 veces "eres muy bonita, eres muy especial, yo busco una mujer como tú, estoy con una mujer que me tiene aburrido..."; hasta me preguntó de qué color eran mis ojos, ¡¡cualquiera puede notar a simple vista que son cafés!! Y ninguno de mis artificios de mujer pedante-hasta-morir eran efectivos contra su carácter incansablemente meloso, cargante y pegote.

El eterno minuto en la pista de baile me convirtió en la Reina del Aerobox. Si sacaba mis brazos y mis manos empuñadas del frente, era acorralada, y DGB se llevó más de un discreto "mangazo". Tres horas me parecieron una eternidad, tras múltiples peticiones telefónicas y solicitudes para conocerme mejor que continuaron hasta en el auto de regreso a casa, donde tampoco pararon las bromas simples, fomes y de mal gusto. Más encima, luego me enteraría de que su pobre primo tuvo que cargar con todos los gastos. Es decir, un Güeón Barsa de tomo y lomo.

Nunca había extrañado tanto mi casa, ver a mis papás y jugar con mi perrita. Lo peor de todo es que el tipo sí se llevó mi número.

PD: Luego de un tiempo comprobaría lo que su primo me advirtió, DGB jamás llamó.

Dedicado a la Dra. Necrobeat

sábado, septiembre 10, 2005

"¿Que te pasa, güeón barsa!"

Esa frase es lo primero que se me viene a la mente cada vez que enfrento a un hombre que abusa apenas una mujer da una pizca extra de confianza. Esta clase de tipos que "se toman el codo", el brazo, y todo lo que está adherido a él en cuanto una les da la mano se merecen todo mi repudio.

El confianzudo, o "Güeón Barsa" por lo general es un tipo cobarde, que jamas da la cara y muchas veces, ni siquiera su verdadero nombre. Se esconde tras pantallas, cables telefónicos, cafés y/o copetes al paso, titilantes lucecitas de neón, entre otros. Es de los típicos que "lanza la piedra y esconde el brazo", como muchos que toquetean culos en la calle mientras se mimetizan con la masa del Paseo Ahumada. Debo revelar que mi peor experiencia de ese tipo fue en una calle solitaria por parte de un cobarde en bicicleta que luego de alzarme con un tremendo agarrón que dejó mi glúteo (no recuerdo cual) morado, desapareció rápidamente. (Menos mal que ahora los castigarán.. aunque cómo los encontrarán seguirá siendo un misterio sin resolver)

La tecnología ha ayudado sin duda a que estos individuos detestables proliferen. Sobre todo gracias a Internet. No falta el pelotudo que luego de una extensa y destapada conversación (que casi siempre se inclina hacia tópicos de índole sexual), apenas sabiendo el nombre de su interlocutora intentan sobrepasarse con ella. No dudo que existan personas que accedan inmediatamente, y debo reconocer también que he sido muy confiada. El hecho anterior me ha convertido en una persona cada vez más desconfiada y reticente, a pesar de que eso no esté en mi naturaleza ingenuo-agüeonada de hija única y protegida.

Afortunadamente, si bien los casos experimentados por quien les habla son remarcables, no son abundantes. Aún creo que el mundo allá afuera está lleno de hombrecitos adorables, el problema es que a ellos no les gusta demostrarlo como a nosotras las regalonas, nos gustaría. Así es que por ahora muchas gracias, a aquellos pelotudos barsas, por hacernos pensar a muchas mujeres que una gran parte del género masculino vale bien poco la pena.

viernes, septiembre 09, 2005

Hoy Me Declaro MALA ONDA

Hoy me declaro MALA ONDA

Por todos aquellos que sonríen cuando quieren mandar a la mierda a todo el mundo.

Por aquellos que viven su vida siguiendo pautas que otros concibieron como las 'normales'.

Porque ya estoy cansada de tanto cinismo.

Porque estoy aburrida de que todos aquellos con quienes estoy o 'casi todos' traten de cumplir metas que no son las suyas.

Porque estoy cansada de que todo en este mundo se trance en el mercado de valores, incluso el cariño.

Porque me siento ahogada por todo y por todos.

Porque me aburrí de las mismas conversaciones, los mismos temas, de los mismos rollos.

Porque es hora de desconectarme y ver toda esta tontera desde arriba.

Y por último, porque ser mala onda es de los más IN que hay... No, eso último es broma.

Agradecimientos a Cuática