Se ha comprobado mediante encuestas, como la que apareció en la revista De Mujer a Mujer hace unos días, que los chilenos no estamos conformes con nuestro cuerpo y que un porcentaje alto de la población se haría más de algún retoque si tuviera la oportunidad. Y bueno, yo reconozco que también me pondría cosas y me sacaría otras. A fin de cuentas, nadie está conforme con lo que tiene y sobre todo en verano, cuando estamos expuestas a tanta modelito de team que da lo mismo lo que nos digan... somos horribles.
Tengo que admitir que me dio lata andar con mis redondeces y mis escaseces en Viña y Reñaca, rodeada de chicas "lyse" y modelitos de medidas perfectas. Es deprimente porque ya no sólo bastaba con mi cuasi-suegra (porque soy soltera) recordándome que tengo poca pechuga, mi sobrepeso y lo mucho que me cuesta bajar 1 mísero kilo. Además de ella estaba todo el medio restregándome la horrible realidad con tanto team y tanta parafernalia festivalera.
Y bueno, a propósito del festival de Viña, se postuló a reina la anti-mina: flaca, plana y de cara deslavada. Dianita Bolocco salió con el pastelazo como una humorada y ¿que pasó? ¡GANÓ! Le ganó a la Marlen (que en realidad andaba puro pelando el cable con sus lloriqueos y pechugazos, pero igual tiene su cuerada), a la Yamna y a otras cuyo nombre no recuerdo porque jamás memoricé. La cosa es que la flaca fome ganó a sorpresa de todos.
Lo primero que pensé fue: "Si eligieron a la Celia Cruz un año, ¿por qué no?", pero después cambié de percepción y me sentí bien. A pesar de todos los bombardeos siliconísticos y lipoliseados, la gente sigue queriendo mujeres que son capaces de entregar algo más que un pellejo. No creo que Diana sea un Einstein, pero comparada con las demás candidatas, seguro que se puede conversar con ella y tomarse un copete (dicen que le gusta poco) como la gente común y corriente. En momentos como este, y cuando no veo en la tele comerciales del tipo "la Maca es mi amiga porque es plana", me gusto tal como soy.
Igual me haría de nuevo...
