Bienvenida!

Es la esencia de la primavera...

la renovación, los finales y los comienzos,

los ciclos interminables,

el resurgir de la vida y la (auto)conciencia

luego del aletargamiento...

Se vienen las vaca-ciones!

Me encanta Septiembre porque al igual que yo, Geminiana, es deliciosa y terriblemente dual:

- Florecen los cerezos y duraznos en flor. Florecen las alergias.
(Y se enriquecen las farmacias)

- Eclosionan los huevos, pero caen los inexpertos polluelos.
(Y se asegura el nacimiento de los gatitos concebidos en Agosto)

- Mes del romanticismo por excelencia, así como de los suicidios.
(Y el Metro anda más lento de lo normal)

- Se nos viene el patriotismo con hambre infinita, y surgen los remordimientos.
(Y los personal trainers)

Y luego de festejar que "pasamos agosto", se nos presenta un tremendo desafío una vez que los fríos polares dan paso al sol que nos despoja de nuestras vestimentas... y nuestras (ego)corazas:

- ¿Has subido de peso?
- Nooo, es el abrigo que tiene mucho relleno...

Bien abrigados pasamos piola, porque todos nos vemos rellenitos. Igual que todo lo que nos comimos... es que el frío llama a comer cosas terribles. Y yo, estoica con mi Plan de Alimentación que irónicamente está siendo boicoteado por las pasadas nevazones que tienen por las nubes los costos económicos de cuanto pasto comestible exista.

[Y tenemos pesadillas como ésta!]

Y nos empezamos a volver locos, y empezamos a hacer la dieta de shock, y las horas de ejercicio-hasta-quedar-hecho-bolsa para compensar todo lo que nos aplastamos el trasero viendo tele los meses anteriores; sólo para tener un exquisito festivo de 5 días en los cuales comeremos tanto asado, tanta empanada, choripán, anticucho y por supuesto tomaremos tanta chicha (la uva engorda mucho debido su alta concentración de azúcares) que todo el esfuerzo será en vano...

...o tal vez no, porque puede que estemos tan ebrios, ¡que no podamos comer nada!

¡A celebrar se ha dicho! Pronto se vienen las promociones en el gimnasio.