Qué loco. Hace mucho no visitaba mi propio blog. Debí haberlo hecho, debí haberme hecho caso y haber hecho lo que debí hacer en la misma fecha de la entrada anterior. Mediados de Julio, vacaciones de invierno, momento de limpieza y renovación, de nuevos comienzos y energías.
Pero no. Este Julio no hice limpieza, no hice renovación, no me llené de energía. Sólo fui una oveja que sigue la masa y me dediqué a adelantar pega para el segundo semestre. Lo peor, cometí el error más grande que he cometido en mi vida sin siquiera darme cuenta. Herí a quien más amo en el mundo pensando todo el tiempo que lo que hacía era para mejor.
¿Que hice? Pues NADA. Yo, la que se cree la muy bacán, a último minuto, me acobardé.
Sí, tuve miedo. Miedo de fracasar, miedo de que mis actos fuesen por las razones erróneas.
Y no hice nada... Nada!
Y al final, fue para peor, ahora tengo más miedo que antes porque veo a un fracaso que, cual Guasón, se ríe de mí en mi cara, y ahora más que antes siento que si hago lo que debí hacer antes sería interpretado como una medida desesperada y por lo tanto sería una razón absolutamente errónea para actuar. O sea, "too late".
Y ahí estoy. Esperando por una señal de luz que me indique que sería lo mejor. Ahora creo que lo mejor es actuar - hacer ALGO, porque no hacer nada fue absolutamente peor que haber hecho cualquier cosa. Pero mi pregunta ahora es, si hacer ahora lo que no me atreví a hacer en su momento, ¿tendría el mismo valor?
Para mí tendría al menos ALGO de valor, porque ahora siento que no valgo NADA.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario