lunes, septiembre 12, 2005

Una Cita con Don Güeón Barsa

El sábado pasado, conocí a Don Güeón Barsa. Ícono máximo, portador del estandarte, de la guaripola y la imagen corporativa o "sersimbol" oficial del gremio.
La primera imagen de DGB me provocó un ligero shock: pantalones ajustados, chaqueta de cuerina, camisa blanca abierta dejando entrever el pectoral selvático y una aturdidora nube de colonia For Men (2x$990). Yo trato lo mas posible de evitar los prejuicios, por lo que olvidé la imagen y me dispuse a pasar un buen rato.

A los escasos minutos de habernos conocido, DGB comenzó a afilarse los colmillos, con un exceso de confianza abrumador que lo llevó a aventurar comentarios sobre mi vida privada, familiar y sentimental, con nulo acercamiento a la realidad. Yo era la invitada, por lo que debia "mantener la compostura con el protocolo", aunque no me faltaron las ganas de "ir al baño" y agarrar el primer taxi que pasara por el lugar.

Me tocó soportar una serie de viejos clichés como el brazo apoyado en el respaldo del asiento, tras mi cuello; tener al tipo gritando cada vez más pegado a mi oído; escuchar más de 10 veces "eres muy bonita, eres muy especial, yo busco una mujer como tú, estoy con una mujer que me tiene aburrido..."; hasta me preguntó de qué color eran mis ojos, ¡¡cualquiera puede notar a simple vista que son cafés!! Y ninguno de mis artificios de mujer pedante-hasta-morir eran efectivos contra su carácter incansablemente meloso, cargante y pegote.

El eterno minuto en la pista de baile me convirtió en la Reina del Aerobox. Si sacaba mis brazos y mis manos empuñadas del frente, era acorralada, y DGB se llevó más de un discreto "mangazo". Tres horas me parecieron una eternidad, tras múltiples peticiones telefónicas y solicitudes para conocerme mejor que continuaron hasta en el auto de regreso a casa, donde tampoco pararon las bromas simples, fomes y de mal gusto. Más encima, luego me enteraría de que su pobre primo tuvo que cargar con todos los gastos. Es decir, un Güeón Barsa de tomo y lomo.

Nunca había extrañado tanto mi casa, ver a mis papás y jugar con mi perrita. Lo peor de todo es que el tipo sí se llevó mi número.

PD: Luego de un tiempo comprobaría lo que su primo me advirtió, DGB jamás llamó.

Dedicado a la Dra. Necrobeat

5 comentarios:

Unknown dijo...

retiro todo lo dicho... ¡¡¡ante la posibilidad de encontrarse con uno de esos, mejor ponerle un poco de desconfianza a la receta!!!

Qué le vamos a hacer.

Q@tiK dijo...

Buena!, casi puedo oler la colonia para después de afeitar y el peinado a lo futbolista! jajajajaja

Raincai dijo...

...llegue aca por ex2!..

ja ja ja... ¿no te fijaste si tenia el manual del hombre seductor o algo así en el bolsillo?.. weon de manual.. la cagó..

yo cacho que dijo.. esta es la mia..

..un buen momento de risa me provocó tu relato.. xDDD...

.. una verguenza para nuestro genero..

saludos

RAINCAI

[ Hródric ] dijo...

ya. he creado el blog de los poemas. no es necesario que vayas a leerlos jejeje.

besitos y un abrazo grande grande

Claudio dijo...

Cplaza

hola marce, mmm que queri que te diga, una pena tu relato pero me rei mucho, en fin no se yo creo que todos los hombres hemos cometido -en más de alguna ocación- varios de los pecados que cometio el DGB, pero la cosa esta en aprender, en fin na más que dejar saludos jejeje