sábado, septiembre 10, 2005

"¿Que te pasa, güeón barsa!"

Esa frase es lo primero que se me viene a la mente cada vez que enfrento a un hombre que abusa apenas una mujer da una pizca extra de confianza. Esta clase de tipos que "se toman el codo", el brazo, y todo lo que está adherido a él en cuanto una les da la mano se merecen todo mi repudio.

El confianzudo, o "Güeón Barsa" por lo general es un tipo cobarde, que jamas da la cara y muchas veces, ni siquiera su verdadero nombre. Se esconde tras pantallas, cables telefónicos, cafés y/o copetes al paso, titilantes lucecitas de neón, entre otros. Es de los típicos que "lanza la piedra y esconde el brazo", como muchos que toquetean culos en la calle mientras se mimetizan con la masa del Paseo Ahumada. Debo revelar que mi peor experiencia de ese tipo fue en una calle solitaria por parte de un cobarde en bicicleta que luego de alzarme con un tremendo agarrón que dejó mi glúteo (no recuerdo cual) morado, desapareció rápidamente. (Menos mal que ahora los castigarán.. aunque cómo los encontrarán seguirá siendo un misterio sin resolver)

La tecnología ha ayudado sin duda a que estos individuos detestables proliferen. Sobre todo gracias a Internet. No falta el pelotudo que luego de una extensa y destapada conversación (que casi siempre se inclina hacia tópicos de índole sexual), apenas sabiendo el nombre de su interlocutora intentan sobrepasarse con ella. No dudo que existan personas que accedan inmediatamente, y debo reconocer también que he sido muy confiada. El hecho anterior me ha convertido en una persona cada vez más desconfiada y reticente, a pesar de que eso no esté en mi naturaleza ingenuo-agüeonada de hija única y protegida.

Afortunadamente, si bien los casos experimentados por quien les habla son remarcables, no son abundantes. Aún creo que el mundo allá afuera está lleno de hombrecitos adorables, el problema es que a ellos no les gusta demostrarlo como a nosotras las regalonas, nos gustaría. Así es que por ahora muchas gracias, a aquellos pelotudos barsas, por hacernos pensar a muchas mujeres que una gran parte del género masculino vale bien poco la pena.

4 comentarios:

Q@tiK dijo...

de dónde es eso de Igenuo-agüeonada!!!!.. por favor primis... eso no es así, no te las des de Carmela por estar cerca del 18! jajajajaja

Q@tiK dijo...

jajaja, la gracia es identificar a los "güeones barsas"

Alejandro dijo...

Un saludo de un tiernecito adorable, aunque no le cuentes a nadie...tengo que proteger mi estatus de oscuro...

muaaacckkkss!!!

Unknown dijo...

De hecho, justos pagan por pecadores. Pero, ¿sabes? creo que confiar es mejor que desconfiar... mal que mal, desconfiando la vida es más bien gris, y... ¿quién quiere una vida gris? ¡si hay tanto smog ya!

Atte,

un güeón-no-barsa-en-plena-crisálida.