viernes, junio 30, 2006

Prohibido el Pataleo!

Cuando somos niños se nos hace callar. No somos adultos, por lo que no entendemos nada y no tenemos derecho a meternos en las conversaciones ni nada que no sea "de niños". Si hasta mesita especial nos dejan para los tecitos familiares.

Cuando estamos en el colegio, los profesores nos tildan de irrespetuosos si hablamos cuando no se nos indica, debemos quedarnos callados o se nos viene la anotación negativa u otros castigos como el cono que dice "BURRO" o en su defecto un par de orejas, o también humillaciones misóginas como ir a la pizarra y que te dibujen sobre la cabeza una peluca de vieja por hablar más de la cuenta (me tocó vivirlo).

Pero cuando entramos a la Universidad, es diferente. Significa que ya estamos grandes, que como ya somos adultos, tenemos la facultad para expresarnos y mejor aún: la libertad para hacerlo.

Patrañas. ¿Qué es lo que siempre se comenta ante situaciones de conflicto?: "Cállate porque siempre vas a perder frente a un profesor". Que triste, es cierto. ¡Pero si ya no estamos en el colegio! Se supone que podemos hablar, opinar y reclamar... se supone. El problema es que a los profesores les encanta cuando hablamos cosas lindas, pero cuando se trata de patalear, todo cambia. Se nos prohibe expresarnos y cuando lo hacemos, inventan todo tipo de estrategias para hacernos pensar que estamos siempre en un error. Y si defendemos nuestro punto de vista, nuestra interpretacion (que tanto solicitan) nos tildan de cerrados, poco tolerantes e incluso (peor) desequilibrados mentales. Al final, uno se aburre y termina acatando.

¿Donde está la Universalidad que se nos prometió al firmar el contrato? Lo unico que se nos garantiza al final son deudas y tensiones del tamaño del universo, pero de libertad de expresión, nada.

Hoy me permiti al fin liberar algunas cosas, aunque eso me signifique el sacrificio de una buena nota (y de mi máscara de pestañas que no es a prueba de agua). Por que además, cuando hablamos, tenemos que defendernos del permanente miedo a que el profesor "nos cague" porque le caímos mal y por último porque se le dio la gana. Aun así, siempre dignos.

¡Hasta cuando! En el colegio se nos exige silencio. En la universidad se nos exige opinion.
Que así sea y se respete.

Buena suerte. Y cuídense el pellejo mientras puedan.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"Hoy me permití al fin liberar algunas cosas"

Siempre es bueno, lo realmente importante es saber "cuándo" liberar esas cosas, tensiones, etc.

Me gustan tus textos, siempre te lo dije, y me recordabas mi época escolar (no lejana) y me causa risa, todo el tiempo me "permitía liberar las cosas", lo que siempre traía sus consecuencias, en aquellos tiempos absurdas acciones a sabiendas de que la post reacción no sería de mi total agrado y se transformaban en crisis existenciales vistas como "imposibles de superar", jajaja las cosas!

Actualmente, no me permito mucho "liberarme de las cosas", soy una maldita calculadora que piensa mucho en el "qué pasará", así que me reservo muchos pataleos, hasta los con razones de ser/fundados/de peso.

A veces una no quiere más guerra...
A veces el objetivo es demasiado importante...

Besos Marce.
Tiempo que no te leo.
De Exilia2, Consheta.
Saludos.
Eli.

Anónimo dijo...

siempre va a ser bueno desprenderse del ego.
siempre va a ser bienvenida la visión contraria aunque creamos tener la razón.
siempre será bienvenida la gente madura e inteligente que dice las cosas de frente. y que no busca pisotear al caído, que no busca hacer daño gratuito.
ahí uno puede quizá separar la paja del trigo.

quizá no tenga que ver con la esencia del post pero me permití cierto pataleo.